Dios había enviado muchos profetas para que llamaran al pueblo de Judá al arrepentimiento, pero ellos iban de mal en peor. Ahora, Dios levantó a Sofonías para darles un mensaje claro sobre su destrucción, el enojo de Dios, Su ira, y los ayes que estaban apunto de venir; no solo para Judá, sino también para todas las naciones impías que los rodeaban. Pero, porque Dios es misericordioso y guarda las promesas de Su pacto, Dios también llamó a Sofonías para darles palabras de consuelo y esperanza para el futuro.