Un joven rico le pregunta a Jesús qué debe hacer para heredar la vida eterna. Cuando afirma haber guardado todos los mandamientos, Jesús le muestra que, en realidad, él amaba más al dinero que a Dios; y, entonces, se alejó de Jesús. Cuando Jesús continúa su viaje rumbo a Jericó, en el camino de Jerusalén se encuentra con un ciego mendigo. Éste clamaba a Jesús, y cuando Jesús lo llamó para que viniera, recobró la vista.