En esta lección veremos cómo Dios da palabras de consuelo al pueblo de Judá, que ahora estaban en el cautiverio de Babilonia. Primero, fueron conquistados y llevados como esclavos, y ahora recibieron la noticia de que Jerusalén y el templo habían sido destruidos. Esta fue la noticia más devastadora que recibieron. Necesitaban saber que Dios lo había hecho por causa de sus pecados; así que, Dios envió a Ezequiel para persuadirlos y llamarlos al arrepentimiento. Pero, en Su gran amor y misericordia, Dios también promete, por medio de las visiones de Ezequiel, que les dará un nuevo corazón y que un día los restaurará.